domingo, 5 de diciembre de 2010



Hoy no ha habido música de The Kooks en el iPod, aire fresco y foráneo en mis pulmones, siquiera de más allá de mi habitación, tampoco he escuchado una sola vez el sonido de mi cámara al hacer una foto, o un par de notas de mi guitarra. Ni siquiera sabría decir a ciencia cierta si ha habido una sonrisa en mi cara en 24 horas. Que me perdone Paolo Giordano, pero algo más se ha de hacer en un día que releer su "La soledad de los números primos" por tercera vez. Siempre he odiado los domingos, pero este me ha sedado. Supongo que se el por qué. Ojalá hubiese sido un fin de semana normal.


Aquí no pasan los días, pasan las horas, y muy lentas. No hace día y medio, hace 30 horas que te fuiste y faltan 51
.

2 visitas y opiniones:

Anónimo dijo...

Aqui si pasan los dias, lentamente, arrastrando los pies. Esa lentitud hace que recuerde con mas ansia si cabe momentos pasados que quisiera revivir. Dando vueltas en mi cama, abrazando ese pequeño peluche con nombre significativo, me aferro a la esperanza de un abrazo al bajar del autobus.

Marcos Ortiz Andrino dijo...

Uau. Increíble, maravilloso, impactante, lleno de sentimientos.
¡Me gusta como escribes!
Te seguiré de cerca :)

Publicar un comentario